Los lunes al sol
Cuando el mundo gira sin ti
¿Quiénes somos cuando la imagen del espejo tan sólo nos devuelve miedo y vergüenza?
¿Qué queda de nosotros mismos cuando todo lo que creemos ser parece insuficiente?
¿Cómo mantener la esperanza si nos sentimos como un barco varado que se oxida en la arena bajo el sol?
¿Quiénes somos cuando el mundo sigue girando a nuestro alrededor y nosotros nos encontramos quietos…paralizados… inmóviles…?
Llevar a escena Los lunes al sol, una de las películas más brillantes de la cinematografía española de nuestro siglo, es sin duda un reto. Pero entendemos que refleja a la perfección algunas de las problemáticas a las que nos enfrentamos a diario, y que sin duda se van a mantener en el futuro.
En una sociedad basada, cada vez más, no sólo en el éxito, sino sobre todo en la forma en que ese éxito se convierte en una forma de identidad, nuestras redes sociales están llenas de ejemplos, me pregunto qué ocurre con aquellas personas que se han quedado atrás. Aquellos hombres y mujeres que por diversas circunstancias han quedado excluidos de ese escaparate que es nuestro sistema de vida.
Santa, José, Lino, Ana o Amador podríamos ser cualquiera. En cualquier momento esa ilusoria red de seguridad que creemos que existe y nos sostiene puede desaparecer bajo nuestros pies dejándonos caer. Y si ocurre, ¿seremos capaces de seguir sabiendo quién somos? ¿Cómo mantener la dignidad…cómo seguir hacia adelante? ¿Cómo se resiste cuando sientes que has perdido la guerra?
Los lunes al sol nos ofrece una esperanza, una línea en el horizonte para ayudarnos a seguir caminando; Al menos ganar una batalla, por pequeña que sea, para demostrar, para demostrarte que sigues existiendo.
Pero esta obra también nos plantea que ninguna batalla, ninguna guerra, se puede ganar sólo. Somos alguien en la medida en que otra persona nos reconoce. Son los otros, los compañeros, las amigas, los vecinos, la familia quienes pueden devolvernos un reflejo en el que podamos mirarnos sin miedo, sin vergüenza y con la cabeza alta. En un mundo que tiende, cada vez más a la individualidad, Los lunes al sol nos recuerda que debemos volver a mirarnos, a reconocernos, a apoyarnos… que tan sólo juntos podremos sacar el barco de la arena…
Y volver a navegar… hacia cualquier horizonte.
Javier Hernández-Simón